El macizo serrano de El Aljibe se encuentra en pleno corazón del Parque Natural Los Alcornocales y el centro de visitantes se ubica en la población de referencia de la comarca, Alcalá de Los Gazules, a caballo entre la campiña y las sierras.
En sus instalaciones se exponen las singularidades y excelencias de este territorio gaditano. Entre otros aspectos, se relata cómo el aspecto actual de las sierras y la campiña no depende sólo de las condiciones ambientales, sino también de las interacciones humanas acaecidas a lo largo de la historia. Otra de las salas se centra en las singularidades ecológicas y paisajísticas de la campiña y los bosques. En este recorrido se resaltan las características de las formaciones arboladas, su fauna asociada, los recursos que obtiene el hombre del medio o los usos turísticos actuales.
Las masas arboladas del parque se componen de acebuchales, espesos quejigares morunos, los alcornocales mejor conservados de la Península y los bosques de niebla y canutos, con una exuberante y rara vegetación que perdura aquí desde la Era Terciaria. En las inmediaciones, el jardín botánico El Aljibe permite entrar en contacto con esta riqueza botánica.
Es un espacio que muestra una representación de la singular flora del Parque Natural Los Alcornocales, formada por verdaderas joyas botánicas, con especies únicas en el mundo como el ojaranzo, auténtico superviviente de épocas pasadas.
En su interior, un agradable itinerario recorre las distintas formaciones vegetales que se desarrollan en este sector: los famosos canutos (cabeceras de los ríos y arroyos), quejigares, alcornocales, robledales, bosques de niebla, acebuchales, bujeos, bordes de lagunas y herrizas… las cuales crecen asociadas a los distintos sustratos geológicos presentes en este espacio natural.
Además, este lugar ofrece la oportunidad de conocer aquellas especies que se encuentran amenazadas por distintos factores y en cuya conservación se está trabajando.
En el siguiente enlace se puede consultar la planta del mes, una ficha que describe una especie significativa elegida por su situación de conservación, los valores culturales desarrollados en torno a ella o alguna singularidad relacionada con su forma de vida, hábitat, adaptaciones, etc
Desde la autovía de Jerez-Los Barrios A-381, tomamos la salida que indica Alcalá de los Gazules/Benalup-Casas Viejas. Posteriormente nos dirigimos hacia la localidad de Benalup por la carretera A-2228 y aproximadamente a un kilómetro encontraremos el centro de visitantes.
Situación: ABIERTO
Provincia: Cádiz
Municipio: Alcalá de Los Gazules
Dirección: Ctra. A-2228 Alcalá de los Gazules-Benalup Casas Viejas Km 1. 11180 – Alcalá de los Gazules (Cádiz)
Teléfono: 685122686
E-mail: cvelaljibe@reservatuvisita.es
Gestión: CAUCE NATURA S.L
Accesibilidad:
Una de las mejores opciones para conocer un espacio protegido tan extenso como el Parque Natural Los Alcornocales es el cicloturismo. Para facilitar su práctica el visitante cuenta con un total de ocho itinerarios que le conducirán por el interior de las sierras gaditanas y malagueñas, como el de Berrueco-Cañillas por terrenos de Cortes de la Frontera y Jimena de la Frontera, o le acercarán a las estribaciones del Estrecho de Gibraltar, como el del Puerto del Bujeo – Hoyo Don Pedro.
El senderismo es otra de las actividades ampliamente extendidas, ya que Los Alcornocales oferta 18 senderos. El del Tajo de la Figuras, de enorme importancia cultural, ofrece una de las mejores muestras de arte rupestre andaluzas, que podrás visitar en el horario establecido para ello. En otoño, el atractivo del senderismo aumenta por la posibilidad de recolectar setas, una actividad de gran tradición en la sierra. Para conocer más sobre el misterioso reino de los hongos acércate al punto de información micológica situado en la Iglesia de la Misericordia de Jimena de la Frontera.
Para finalizar, puedes optar por la práctica de actividades acuáticas (sujetas a autorización), navegando en piragua por el embalse del Barbate. Las proximidades de estas láminas de agua son, también, un buen lugar para la observación de la fauna que acude aquí para saciar su sed o aves invernante del lugar. Los Alcornocales es también un excelente lugar para la observación de aves planeadoras durante el paso migratorio.
Este espacio natural cuenta además con la Carta Europea de Turismo Sostenible, cuyas empresas adheridas puedes consultar pinchando aquí.
Suelo, humedad y aprovechamiento tradicional han sido los factores determinantes para mantener la mayor masa conservada y productiva de alcornocal de la Península Ibérica, el parque natural Los Alcornocales.
Situado en la provincia de Cádiz y parte de Málaga, se extiende desde la sierra hasta el joven Parque Natural del Estrecho, presentando gran diversidad de relieves y paisajes. Esta riqueza se refleja en todos los ámbitos: flora, fauna, climatología, historia y folklore, constituyendo un lugar ideal para visitar y disfrutar de actividades tan diversas como la recolección de setas y la práctica de deportes en la naturaleza.
El principal responsable de esta riqueza es el agua, presente en numerosos ríos, arroyos y embalses que, además de abastecer a la provincia, son aptos para la pesca y actividades recreativas. Pero sobre todo destaca la humedad proveniente de la costa, que se acumula formando bosques de niebla en valles estrechos y profundos denominados canutos. En estas condiciones se conserva una flora muy singular, perteneciente a la Era Terciaria, la Laurisilva. Se caracteriza por hojas lisas y brillantes, que aprovechan la humedad y escasa luz que dejan pasar los árboles que bordean los canutos. Así, entre el aroma del laurel, la belleza del ojaranzo en flor, elegantes durillos y acebos, se caminará por esta especie de selva, en compañía de los sonidos del mirlo acuático, el hábil martín pescador y las currucas o pinzones, que se esconden entre los helechos.
Los suelos de arenisca, que han favorecido el denso alcornocal, también albergan quejigos y roble andaluz en las zonas más húmedas. En estos bosquetes cazan las águilas calzadas, culebreras y ratoneras, además de azores, gavilanes y cárabos. En las alturas, asoman las rocas y sobre el suelo pobre aparece la herriza, denso matorral achaparrado de distintas especies adaptadas a suelos ricos en metales como el aluminio, entre las que abundan, por ejemplo, las aromáticas. En este espacio habitan la cabra montés y numerosas aves rapaces, destacando el buitre leonado, alimoche, águila perdicera, búho real y halcón peregrino.
En las zonas bajas y arcillosas aparece el acebuchal aclarado desde tiempos inmemoriales para dejar paso al pasto que alimentará el ganado típico de la zona, la vaca retinta. En las laderas, aparece el matorral mediterráneo, con jaras, brezos, cantuesos, torviscos y majuelos. Por ellos discurre el corzo morisco, autóctono y emblema de caza mayor, además del gamo, ciervo y carnívoros como ginetas, tejones y sobre todo meloncillos, con la mayor población de la península.
En un parque tan completo y diverso, caben otras actividades, que van del montañismo en el pico del Aljibe o el Picacho; la espeleología en el enclave Ramblazo-Motillas, o el descenso de cañones en La Garganta de Buitreras, una de las pocas áreas preparadas para esta práctica de riesgo y que por su singularidad ha sido declarada monumento natural. Para los más tradicionales se recomiendan las rutas a caballo, como las establecidas en La Almoraima.
Conviene completar la visita al parque natural con un paseo por los pueblos que lo conforman: Jimena de la Frontera, Alcalá de los Gazules o Castellar de la Frontera son algunas de las posibilidades. Su rico patrimonio cultural y gastronómico se convierten en otros dos reclamos más del espacio.